Última Publicación
En 1975 Antonio de la Torre cumplió las Bodas de Oro con la poesía. La Escuela de Declamación de San Juan, que dirigía la profesora Teresita Gallac de Sarmiento, fiel amiga de los poetas, lo distinguió por la obra realizada, publicando su último libro de versos: “Los Pasos de la Tarde”.
La ternura de su espíritu no se apagó con los años. Nuestros sentimientos nos mantenían unidos, necesitándonos mutuamente.
El paso de los días lastimaba su ánimo. Una tristeza, una melancolía, lo fue envolviendo. Y aunque lo rodeaba no sólo mi total adhesión, sino la de todo el grupo familiar, notábamos que el entusiasmo que siempre gozó lo iba abandonando. Me dictaba poemas de profunda tristeza. En un poema de su último libro, que precisamente titula “La Tristeza” nos dice:
Me sigue la tristeza,
telaraña del alma,
que anticipa la muerte.
A todos nos acecha desde un rincón del tiempo.
La tristeza es gusano que orada las paredes
de los sueños; y apaga la sonrisa del alba.
¡Es un pozo de musgo que nos sorbe!
¡Sálvame de estar triste;
tú que fuiste custodio de mis altos fervores!
¡Ábreme las ventanas para aspirar el cielo!
¡Quisiera estar alegre por todo lo que he amado,
por todos mis dolores y desvelos!
¡Quiero seguir cantando la armonía del mundo,
sin pensar en la muerte que persigue mis pasos!
Antonio falleció en Mar del Plata el 9 de enero de 1976, lugar donde habíamos ido de vacaciones con tres de nuestros hijos y sus familias. Sus restos descansan en la tierra viva de San Juan, en el Cementerio de la Capital, donde la Municipalidad donó el terreno para su tumba. Está realizada con las lajas de los cerros que cantara tantas veces en su poesía y proyectada por la arquitecta María Inés de la Torre, sobrina de Antonio.
El poeta ha callado su voz, pero el milagro del Canto, del Amor, de la Belleza, nos permitirá escucharla siempre. Él nos prometió en su último libro: